1. Antes de la cirugía: La preparación
La preparación adecuada reduce riesgos y facilita la recuperación. Tu cirujano te indicará:
- Ayuno obligatorio: Generalmente de 6 a 12 horas antes del procedimiento.
- Suspensión de medicamentos: Evita aspirina, anticoagulantes y ciertos suplementos al menos una semana antes.
- Salud bucal óptima: Es recomendable una limpieza profesional y tratar cualquier infección previa.
- Descartar embarazo: Y en lo posible, evitar anticonceptivos un mes antes.
2. Durante el procedimiento: El acto quirúrgico
La mayoría de las cirugías maxilofaciales se realizan bajo anestesia general en un entorno hospitalario o una clínica especializada en Guayaquil.
- Sin cicatrices visibles: El cirujano accede al hueso mediante incisiones dentro de la boca.
- Fijación segura: Se reposiciona el maxilar o la mandíbula y se fija con miniplacas y tornillos de titanio.
- Duración: El procedimiento dura entre 1 a 4 horas, dependiendo de su complejidad.
3. Inmediatamente después: La hospitalización
Tras una recuperación inicial en la unidad post-anestesia, es común una hospitalización de 1 a 3 días para observación.
- Control del dolor: Recibirás medicación, antibióticos y antiinflamatorios.
- Control de la hinchazón: Se aplican compresas frías (crioterapia) para reducir la inflamación.
- Molestias temporales: Puede presentarse congestión nasal o dolor de garganta leve.
4. Cuidados postoperatorios: Primeras semanas
La recuperación temprana requiere un seguimiento cuidadoso en casa.
- Higiene cuidadosa: Evita enjuagues vigorosos el primer día. Luego, cepillado suave y enjuagues con agua tibia y sal.
- Dieta específica: Dieta líquida los primeros días, pasando a blanda por varias semanas.
- Prohibido fumar y beber alcohol: Durante al menos 3 semanas para no afectar la cicatrización.
5. Recuperación a mediano y largo plazo
El proceso completo de curación toma tiempo.
- Hinchazón y moretones: La inflamación alcanza su pico a los 2-3 días y disminuye gradualmente.
- Entumecimiento facial: Es normal sentir adormecimiento en el mentón o labios, que mejora en semanas o meses.
- Vuelta a la normalidad: Podrás retomar actividades leves en 2-3 semanas, y el trabajo entre 2 y 6 semanas después.
6. Riesgos y posibles complicaciones
Aunque poco frecuentes con un cirujano maxilofacial cualificado, los riesgos incluyen sangrado, infección o daño nervioso temporal.
7. Beneficios esperables tras la cirugía
Una planificación rigurosa y un seguimiento profesional dan resultados muy positivos:
- Mejora significativa en la función masticatoria, respiratoria y del habla.
- Armonía facial y un perfil más equilibrado.
- Reducción del dolor mandibular crónico y tensión de la ATM.
- Aumento de la autoestima y mejor salud oral a largo plazo.
Conclusión
La cirugía maxilofacial es un tratamiento complejo pero con grandes beneficios. En Guayaquil, contar con un equipo de cirujanos con experiencia garantiza una mejor planificación, menor riesgo y una recuperación más rápida y segura.